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Tus ahorros no te pertenecen
(A menos que los tengas fuera del banco)
Desde San Juan de Puerto Rico
Los bancos son ahora omnipotentes y coautores del crack mundial venidero. Aprende a diseñar una estrategia de defensa, a invertir y a evitar las deudas.
¿Tienes vocación rescatista?
Nunca pensé que algún día llegaría a ser tan "retrógrado" como para decirle a alguien que esconda la plata debajo del colchón, pero en un anterior artículo hube de mencionar una de las razones por las cuales es mejor tener dinero consigo que con el banco, todo dentro del contexto de tener cash como estrategia contra el crack financiero venidero.
Otra razón es el cambio en la legislación que el G20 ha decidido adoptar y que estipula que el dinero que un banco recibe de sus depositantes ya no es más un debe en su balance propiamente sino una deuda no asegurada y pasa a ser propiedad del banco en caso de que sobrevenga una crisis (el dinero deja de pertenecer al depositante).
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A la legislación del G20 se suma el FMI. En efecto, en el resumen ejecutivo de un documento del Fondo Monetario Internacional titulado Del bail-out al bail-in: Restructuración forzosa de deuda de instituciones financieras sistémicas, encontramos la siguiente definición de bail-in (énfasis nuestro):
«Un ejemplo es bail-in, el cual es un poder legal de una autoridad de resolución (en oposición a acuerdos contractuales, como los requisitos de capital contingente) para reestructurar los pasivos de una institución financiera en dificultades anotando su deuda no asegurada [sin garantía, el dinero de sus depositantes] y / o convirtiéndola en capital [patrimonio propio]. El poder de recapitalización legal tiene por objeto lograr una pronta recapitalización y reestructuración de la institución en dificultades».
De tal definición, puedes deducir que tus ahorros no te pertenecen si los tienes en un banco. Fíjate en lo siguiente:
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Lo que antes se llamaba bancarrota, ahora es un “procedimiento de resolución”.
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La insolvencia de un banco es “resuelta” mediante el vil atraco que convierte sus pasivos (el dinero de sus depositantes) en capital.
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Los bancos insolventes deben ser «prontamente recapitalizados» usando su deuda no asegurada que —en gran medida— no es otra cosa que los fondos de sus depositantes, mismos que ahora son considerados una “inversión no asegurada” es decir ¡sin garantía! Se sigue que, efectuada la “resolución”, los bancos podrán seguir operando con la misma irresponsabilidad de siempre.
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El poder para cometer el atraco es legal.
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El bail-in es lo opuesto a que los bancos y sus accionistas o propietarios mantengan un saludable capital de reserva apartado para situaciones de contingencia y de malas inversiones.
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Se oficializa una “Autoridad de Resolución” que puede ser el banco central, el ministerio de economía, la superintendencia de bancos local, etc.
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En lugar de vender los activos de la entidad en problemas, cubrir con lo obtenido sus deudas de acuerdo a la prioridad estipulada en la ley y cerrar sus puertas por incapaces, a los bancos “resueltos” se les mantiene con vida artificial sin que ninguno de sus directivos sea enjuiciado y condenado por sus malos e irresponsables manejos.
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Dichos bancos pasan a ser bancos zombis en su definición exacta: instituciones financieras con un valor económico neto menor que cero, pero que continúan operando porque su habilidad para pagar sus deudas es sostenida por crédito gubernamental implícito o explícito o —en este caso— por la confiscación del dinero de la gente, confiado a su custodia.
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Dada la enorme participación y exposición que la banca mundial tiene en y a los llamados “derivados”, la posibilidad de una explosión de los mismos es segura. El mercado de derivados ronda el cuatrillón de dólares y cálculos conservadores sitúan dicha exposición bancaria en más de 700 trillones.
Por comparación, el PBI de los EEUU —según la Oficina de Análisis Económico de ese país— fue de 21.7 trillones al cierre del 3er trimestre de 2020. Por su parte, la economía real de todo el mundo se calcula en 84 trillones para el cierre del 2020. Como se ve, los derivados, superan ampliamente a la economía real: son 12 veces más grandes que esta. Warren Buffettt, el billonario inversionista, ha llamado a los derivados «armas financieras de destrucción masiva portadoras de peligros que, si bien están latentes ahora, son potencialmente letales».
Los derivados
Los derivados son instrumentos financieros que “derivan” su valor de otros bienes. Si un banco reúne 1,000 de sus más riesgosas hipotecas y tratar de venderlas… nadie las compraría. Ahora, el banco divide cada una de esas hipotecas en 10 partes (10,000 pedazos), hace una mezcla que contenga 1 décimo de esos pedazos, mezclados, y le une 2 acciones de una empresa de cementos exitosa, 7 octavos de las acciones de una cadena ferretera en Chechenia que está en problemas, etc.
El siguiente paso será “contratar” a una calificadora de riesgo que certificará que no hay riesgo en este nuevo instrumento y, por tanto, le asignará una calidad 'Triple A'. Luego, el banco saca al mercado el derivado TOP CONSTRUCTION 2021 a precio de usura, como «un medio seguro de inversión en el pujante sector de la construcción, a la vez que constituye una forma excelente de diversificar riesgos; un instrumento de inversión con calificación Triple A». El producto es vendido al Fondo Mutual de Viejitos Crédulos en algún país Latinoamericano, a la Municipalidad de Ciudad Grandiosa o a la Caja de Ahorros de Potusén, los cuales esperan recibir un buen retorno cuando el producto madure en diez años.
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La complejidad con que son hechas las mezclas en los derivados, los productos de que se derivan, la oscura matemática con que se hacen los cálculos y la terminología usada en la brillante y seductora publicidad con la que se ofrecen estos instrumentos, hacen que sean muy difíciles de entender. Como dice Ronald Ray en su artículo El desastre de los derivados, «Ya que ni siquiera sus creadores los entienden completamente, se explica que los inversionistas tampoco puedan, añadiendo un aspecto siniestro de venta de inversiones deliberadamente deshonesto».
Si quieres divertirte (o alarmarte), pero, sobre todo adquirir conocimiento viendo una excelente película que te muestra el final no tan feliz de esta práctica, busca The Big Short (La Gran Apuesta) en Netflix u otro medio. Te harás un gran favor al hacerlo.
Una razón adicional de mantener tus depósitos bancarios al mínimo es la ínfima capitalización de los bancos, pero eso es tema para otro artículo.
Últimos artículos y actualizaciones
“A mí no me afecta”
Puede que digas: «a mí no me afecta porque yo no vivo en los EEUU ni en Europa, yo vivo en Colombia (o en Rusia, o en Curazao)». Lamento decirte que no es así. La globalización ha hecho que todas las economías del mundo estén interconectadas y sean dependientes unas de otras.
Tu Caja Municipal, el Fondo de Pensiones al que cotizas y la municipalidad de tu distrito o ciudad probablemente tengan buena parte de su cartera de activos representada por derivados extranjeros…
El comercio mundial está todavía gobernado por el dólar y por tanto los bancos en los diversos países necesitan mantener gran parte de sus fondos (es decir el de sus clientes)… en “la gran” (y quebrada) banca mundial, la misma de la que vengo hablando.
Muchos países mantienen sus reservas internacionales de divisas… en el banco central estadounidense, la FED o en bancos comerciales “de prestigio”. Los que quieren tener réditos por ese dinero, mantienen dichas reservas en Bonos del Tesoro estadounidense. Sin embargo, con una deuda estadounidense impagable de 33 trillones, el ocaso del USD quizás no sea para mañana, pero es inminente.
«El dólar estadounidense es tan solo un "Te Debo" [emitido por el] Banco de la Reserva Federal. Es una nota promisoria que en realidad no promete nada. No está respaldada ni por oro ni por plata».
Patrick O'Rourke — Escritor satírico de política estadounidense.
Tu Caja Municipal, el Fondo de Pensiones al que cotizas y la municipalidad de tu distrito o ciudad probablemente tengan buena parte de su cartera de activos representada por derivados extranjeros…
¿Aún te sientes seguro?
¿Qué hacer?
Si tus ahorros no te pertenecen cuando están en un banco, cash es la estrategia contra el Crack. Debes planificar tus negocios para un crecimiento quizás no tan rápido como el que estás acostumbrado, porque ahora deberás crear un colchón de cash, de efectivo. Este efectivo deberás tenerlo a la mano, no en un banco.
Parte de ese efectivo debes "derivarlo" a la compra de oro físico y mantenerlo a la mano igualmente. Si no hay otra opción, puedes comprar joyas, pero no es lo ideal. Lo mejor sería la compra de monedas o lingotes de casas de la moneda reconocidas.
El oro no debes considerarlo como una "inversión". Su función es otra: la de preservar el valor de tu dinero.
Considera igualmente el derivar parte de ese efectivo a la compra de bitcoin. No inventes con otras criptomonedas y no consideres su compra como una inversión. Mantén el bitcoin comprado en un monedero "frío", nunca en un exchange.
Internacionalízate.
Te animo a buscar en nuestro sitio web el material relacionado a estos temas. Hemos publicado mucho. Mejor aún:
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Darío, Inversionista, Honduras — 2018-01-31
“Tu Banco Amigo”, “Ayudándote a Crecer”, “Cuenta con Nosotros”, “Tu Punto de Apoyo”… ¡patrañas!, la banca está quebrada como lo demuestra Baruch, y los pocos bancos buenos funcionan en un entorno quebrado. Yo ya no me chupo todas las mandarionas que me dan. My CBB me abrió los ojos y lo mío esta SEGURO.